¿Windows 10?

¿Me paso a Windows 10?

Seguro que está usted intrigado, o hasta las narices, del iconito que le ha aparecido ahí abajo diciendo que se cambie a Windows 10, que es lo mejor desde el invento de la Coca-Cola con whisky y que si usted lo instala va a vender un montón y se le van a agolpar los unicornios en su jardín. Y claro, usted se pregunta si algo de ello será verdad, y está tentado de actualizar su Windows 7, 8 u 8.1 pero no se acaba de fiar. Además, como cada vez cuesta más encontrar información independiente porque aquí el que más y el que menos cobra de unos o de otros por formar opinión, habrá usted leído de todo si es que ha intentado informarse. En fin, está usted hecho un mar de dudas. Nos vamos a permitir quitarle a usted todas las dudas de una lectura bien cortita.

Vamos a distinguir varios casos, para facilitar el proceso de decisión,

-Caso 1: Es usted un friki, un desocupado, un masoquista o le va el riesgo. Cámbiese. Sin dudarlo. Dele caña al iconito si no lo ha hecho ya y disfrute de los cuatro o cinco fallos habituales que da el proceso de actualización. Eso sí, procure estar en algún sitio con buena conexión, porque aun yendo todo bien, tendrá que bajar entre tres y cinco gigas de datos en el proceso. Ah, y no olvide que tiene un mes para deshacer la actualización antes de que Windows se cargue los archivos del Sistema Operativo anterior y no le quede más remedio que reinstalar desde cero.

-Caso 2: Es usted una persona normal, que lo que quiere es algo que funcione para su trabajo, su poquito de ocio y que no tiene tiempo para andar pegándose con los programas para que funcionen. No se cambie. Espere. Tiene usted hasta finales de Julio de 2016 para aprovechar la oferta de actualización gratuita desde Windows 7, 8 u 8.1 a Windows 10.

-Caso 3: Tiene usted una empresa con varios ordenadores, cada uno con una versión distinta, con o sin un dominio, alguna impresora en red… Vamos, una infraestructura normalita de PYME española. Espere. No lo haga. Haga como si el iconito famoso no existiera.

-Caso 4: Es usted directivo de alguna empresa de buen tamaño y desea cargarse a su informático, y no me refiero a despedirle, sino enviarle a la tumba bien porque le dé un patatazo o porque el resto de empleados acaben linchándole porque la mitad de las cosas funcionan mal o directamente no funcionan. Ordene el cambio. Y meta prisa. Diga que tiene que estar para ayer. Y presupueste para la corona de flores de su informático. Le garantizo que acaba con él.

-Caso 5: En su empresa tiene un montón de ordenadores con Windows XP o Windows Vista, que cada vez le dan más problemas porque hay muchas cosas que empiezan a dejar de funcionar porque su Sistema Operativo se ha quedado obsoleto y ya no recibe actualizaciones. Pues mire, puede que sea el momento de empezar a planear una actualización programada, comprando claves de licencia de Windows 7 que todavía se venden a buen precio por Internet, instalando Windows 7 en esos ordenadores para, o bien actualizar inmediatamente, o bien esperar a principios del año 2016 y comenzar el proceso de forma tranquila, teniendo en cuenta que el plazo para actualizar de forma gratuita finaliza a finales de Julio de 2016. De esta forma, por un módico precio, pone usted su parque informático al día en cuestión de Sistema Operativo.

En todos los casos conviene tener en cuenta que esta actualización gratuita no da una clave de Licencia que pueda ser exportable ni reutilizable. La Licencia está en la nube, por simplificar, y está asociada al hardware de su equipo, más concretamente a la placa base del ordenador. Por las noticias que tenemos, Microsoft no está poniendo dificultades a la hora de activar telefónicamente Licencias en las que se ha producido un cambio de placa base, al menos de momento, lo cual le puede abrir a usted la posibilidad de no perder la inversión hecha en un equipo un poco más antiguo. Aun así, esto puede cambiar en cualquier momento, y es posible que se le solicite la clave de licencia de Sistema Operativo que se utilizó originalmente como base para la actualización a Windows 10.

Las razones que nos llevan a, en general, recomendar esperar antes de actualizar a Windows 10 son múltiples, pero vamos a nombrar algunas para que, en caso de que usted decida tirarse a la piscina, lo haga sabiendo lo que le puede esperar.

-Drivers: No todos los fabricantes de hardware han estado igual de hábiles o rápidos a la hora de suministrar drivers actualizados específicamente para Windows 10. Es más, para dispositivos que tengan ya una cierta edad, dudamos que los vaya a haber jamás. Nos hemos encontrado con problemas con ciertas impresoras de red, con ciertas tarjetas de vídeo, con ciertos dispositivos señaladores (especialmente en portátiles)… La información disponible para lidiar con los casos raros actualmente disponible en San Google es limitada, también.

-Navegador: Internet Explorer ha muerto. Ahora Windows 10 trae un nuevo navegador, llamado Edge. Bueno, en realidad, calificar a Edge como navegador es algo que casi ni el fanboy número uno de Microsoft se atreve a hacer, a estas alturas. Está a medio hacer, al menos de momento. Es decir, estará usted prácticamente obligado a usar Firefox, Chrome, Opera o cualquier otro navegador para trabajar. Si tiene usted que lidiar con bancos o con administraciones públicas esto puede provocar un aumento en el uso de improperios dirigidos al monitor bastante acusado. Y la culpa no es de los navegadores alternativos, en general, sino de la lamentable falta de estandarización de las aplicaciones online de las administraciones públicas, que si existiera obligaría por la vía del hecho a que los bancos siguieran la misma línea.

-Falta de software específico: Los fabricantes todavía están empezando a distribuir programas preparados específicamente para Windows 10, y aunque la compatibilidad con programas preparados para 7/8 es bastante buena, la realidad es que no hacen uso de las cosas buenas (que las tiene, no me entiendan mal) que el nuevo Sistema Operativo aporta. Es decir, para usar lo mismo que ya usaba sin mejora aparente, no hace falta correr. Tiene usted todavía un tiempo para aprovechar la oferta.

-El Solitario: No nos engañemos, aquí el que no juegue al solitario (o a cualquiera de los otros jueguecitos que vienen con Windows) que tire la primera piedra. Cuando lleva usted un rato jugando el programa empieza a funcionar mal y no quedan más narices que cerrarlo y volverlo a abrir, y créame, tarda bastante más en abrir que las versiones anteriores, especialmente si existe una cuenta de Xbox asociada. Además, los mamones de Microsoft se han empeñado en colocar publicidad, que usted puede evitar si paga un dinerín para ser usuario superguay de sus juegos. Esto, además del coñazo, significa que se consume ancho de banda en caso de estar conectado, lo cual puede ser contraproducente en algunos escenarios. Una gentuza.

Por dar la de cal, debemos decir que el Sistema Operativo apunta muy buenas maneras. Es, desde luego, más agradable de usar que el 8/8.1; las actualizaciones automáticas han mejorado y hay muchas que ya no requieren reinicios; el sistema de escritorios virtuales es bueno, muy bueno y no promete otra cosa que mejorar; Edge, cuando esté terminado, no apunta ser ni tan pesado ni tan sumamente inseguro como el Internet Explorer; Groove (sucesor del horrendo Media Player), cuando esté terminado, promete ser decente… Estamos, en resumen, ante una beta bastante pulida de un sistema que apunta buenísimas maneras pero que, por mucho que nos digan lo contrario es todavía eso: Una beta.

Nota al pie del autor: Para que conste en acta, en este ordenador en el que escribo tengo Windows 10 y no estoy descontento, aunque hay cosas que todavía no funcionan del todo bien. En el ordenador que uso para el vicio de jugar a los marcianos también actualicé, y después de una semana de acordarme de todos los muertos de nVidia y de Microsoft, no me quedaron más narices que deshacer la actualización y volver a Windows 7.